Afuera el manantial…
—El clave bien Temperado. Libro I—
—El clave bien Temperado. Libro I—
La
hoja de ámbar cae acunada en brisa, caída reflexiva, figura de mi olvido. Están
vacías las habitaciones. Cada rincón recuerda tu ausencia: el eco de mis pasos
huecos por el sendero de hielo que conduce a mi melancolía, monstruo hambriento
que me acecha, aunque la repudie. Una lágrima se despedaza por el centro del
alma, amenaza con hendir la médula del corazón malherido por tu ausencia.
Si
atravesara con mis ojos el cristal de los ventanales, contemplaría el manantial
que en la paz brota y corre como el murmullo de una sonrisa. Pero mis pupilas
hoy son incapaces de este esfuerzo doloroso. Las telarañas azuladas difuminan
la luz de su mirada. Hoy no está el cielo gris, hoy no hace frío. Pero no estás
conmigo, junto a mí…
Afuera,
el manantial de la verdad…