Donde el dolor de la vida es
recuerdo
—Concierto de Brandenburgo número 5—
—Concierto de Brandenburgo número 5—
Tres almas, vuelo
azul, acarician las estrellas…
Pero tu trazo, amada, acaso herido
por el tiempo,
baja, se cae, se desploma…
Tu voz recuerda un llanto sin voz,
una estrella sin luz, una flor sin aroma.
baja, se cae, se desploma…
Tu voz recuerda un llanto sin voz,
una estrella sin luz, una flor sin aroma.
Escuchemos, amada, su voz, fuente
de agua viva,
dejemos que su acento nos envuelva,
que su historia nos salve, nos conforte,
y que sus fuertes alas nos eleven a alturas siderales
donde tanto dolor, será sólo recuerdo.
Más tarde nuestras almas surcarán los espacios,
descubrirán que el tiempo es sólo nuestro.
dejemos que su acento nos envuelva,
que su historia nos salve, nos conforte,
y que sus fuertes alas nos eleven a alturas siderales
donde tanto dolor, será sólo recuerdo.
Más tarde nuestras almas surcarán los espacios,
descubrirán que el tiempo es sólo nuestro.
Ya nada será todo oscuro, ya nada
será todo claro,
como si aquella sombra del ayer, hoy fuera ciego lastre
que nos impide alzar el vuelo a su presencia.
como si aquella sombra del ayer, hoy fuera ciego lastre
que nos impide alzar el vuelo a su presencia.
Ven, contempla su imagen,
ven y bebe del agua de su canto,
ven y olvida ya el peso de tu sombra.
¿Por qué aún escucho tus lamentos,
velo de nubes, velo de trincheras
si su mirada te acaricia?
ven y bebe del agua de su canto,
ven y olvida ya el peso de tu sombra.
¿Por qué aún escucho tus lamentos,
velo de nubes, velo de trincheras
si su mirada te acaricia?
Al fin tanto gemido suena a
cicatriz muerta.
Crece la calma, avanza la fragancia como viento sin aristas,
rociándonos como agua sin grietas.
Me alivia que tu llanto huya hacia el olvido,
oigo otra vez tus risas floreciendo
desde el pasado escrito en cada amanecida.
Crece la calma, avanza la fragancia como viento sin aristas,
rociándonos como agua sin grietas.
Me alivia que tu llanto huya hacia el olvido,
oigo otra vez tus risas floreciendo
desde el pasado escrito en cada amanecida.
Quizá no sea todo euforia,
quizá no sea todo ilusión sin freno, pero ya es esperanza.
Eso me basta, amada, eso me sirve,
y doy por bueno el vuelo a estas alturas.
quizá no sea todo ilusión sin freno, pero ya es esperanza.
Eso me basta, amada, eso me sirve,
y doy por bueno el vuelo a estas alturas.