… A ti precipitado
—El clave bien temperado. Libro II.—
—El clave bien temperado. Libro II.—
En la
espeso del bosque,
el diáfano sonido del arroyo
tranquiliza mi espíritu
vestido con harapos de cansancio
o de hastío que se pudre.
el diáfano sonido del arroyo
tranquiliza mi espíritu
vestido con harapos de cansancio
o de hastío que se pudre.
Sólo
escuchar me envuelve
en la paz de un espejo sin sombras.
¡Cómo me gustaría sumergirme
en sus puras corrientes de cristal!
en la paz de un espejo sin sombras.
¡Cómo me gustaría sumergirme
en sus puras corrientes de cristal!
Me alcé
luego, a la búsqueda
inaplazable de tu sonrisa
que ha rendido mi ser.
Ya voy en vuelo,
a ti precipitado,
pues estás junto al corazón fugado...
inaplazable de tu sonrisa
que ha rendido mi ser.
Ya voy en vuelo,
a ti precipitado,
pues estás junto al corazón fugado...