Lectores

El Clave bien temperado

Parte 7. El arte de la fuga. 5


Cada emoción
—El Arte de la fuga—

Cada emoción es gota de agua destilando su esencia desde el alma. Las gotas de agua se unen, crece el río, aumenta su caudal, la vida es navegable. Si el corazón y el alma se abrieran, si escucharan la fuerza inabarcable y densa de sus temblores de cosmos, serían como un mar nutriéndose de la risa de las lluvias y de las carcajadas de los ríos. Las emociones libres que siembran los latidos de nuestros corazones, son manantial de Dios, allí nos mece cada noche en su regazo de madre.

ORLA

“Su espíritu estaba tan embebido, acaparado por su arte que, a veces yo tenía la sensación de que no nos veía, ni nos oía, como si no existiéramos, aunque nunca dejaba de tratarnos con bondad. Pasaba unos momentos horribles cuando le veía sentado en su sillón, rodeado por mí y por nuestros hijos, entregados a nuestras ocupaciones y sin embargo, presentía que estaba solo por encima de nosotros; junto a nosotros y, no obstante, solo, como abandonado. (…). Los grandes son siempre solitarios, por eso son grandes y están emparentados con el Altísimo.”

(“La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach”).