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El Clave bien temperado

Parte 7. El arte de la fuga. 15


El paisaje del universo
—El Arte de la fuga—
El paisaje del universo es una mirada como un beso
donde mis dedos no han definido aún la forma,
donde los colores sin bautizo cantan y revolotean,
donde las perspectivas derrumban los sentidos limitados,
donde la distancia es armonía del silencio,
donde los sones escapan a nuestro oído,
donde los planetas danzan en vaporosos giros,
donde se mecen nuestros latidos.
El paisaje del universo oval se transcribió en cada átomo
y se transcribió en las galaxias siderales.
El paisaje del universo es horizonte
idéntico a mi corazón y a mis entrañas.
El paisaje del universo es himno o sinfonía,
aunque sólo en el fuego del silencio intuimos su hermosura.
El día que podamos describir el paisaje del universo,
será el final, porque ya seremos de su esencia viva.
Seremos cosmos... En el cosmos, cosmos. Del cosmos, cosmos.

ORLA

“Su espíritu estaba tan embebido, acaparado por su arte que, a veces yo tenía la sensación de que no nos veía, ni nos oía, como si no existiéramos, aunque nunca dejaba de tratarnos con bondad. Pasaba unos momentos horribles cuando le veía sentado en su sillón, rodeado por mí y por nuestros hijos, entregados a nuestras ocupaciones y sin embargo, presentía que estaba solo por encima de nosotros; junto a nosotros y, no obstante, solo, como abandonado. (…). Los grandes son siempre solitarios, por eso son grandes y están emparentados con el Altísimo.”

(“La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach”).