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El Clave bien temperado

Parte 5. El clave bien Temperado. Libro I. 17


Como daguerrotipo de luz
—El clave bien Temperado. Libro I.—

En lo alto el sol brilla y refulge,
abajo el lago, como daguerrotipo de luz,
refleja el esplendor del instante inabarcable:
la cima de la cumbre es caricia de aire
que alivia como una sonrisa la noria mi angustia.
El roce de tus dedos es caricia de aire
que besa como un labio el venero de mis latidos.
Y mientras este instante sella su perfil en mi memoria,
también recuerdo con ternura y paz,
tu presencia junto a mi costado,
aunque mis ojos, mi piel y mi latido,
se hayan convertido en torpes ciegos sin mirada.

ORLA

“Su espíritu estaba tan embebido, acaparado por su arte que, a veces yo tenía la sensación de que no nos veía, ni nos oía, como si no existiéramos, aunque nunca dejaba de tratarnos con bondad. Pasaba unos momentos horribles cuando le veía sentado en su sillón, rodeado por mí y por nuestros hijos, entregados a nuestras ocupaciones y sin embargo, presentía que estaba solo por encima de nosotros; junto a nosotros y, no obstante, solo, como abandonado. (…). Los grandes son siempre solitarios, por eso son grandes y están emparentados con el Altísimo.”

(“La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach”).