Los colores del día me iluminan el
iris
—El clave bien temperado. Libro II—
—El clave bien temperado. Libro II—
Apresurada
estoy por alcanzarte,
zozobro en esta angustia que me asalta
a causa de tu lejanía.
De nuevo te has fugado,
me escondes esa llama que me incendia.
zozobro en esta angustia que me asalta
a causa de tu lejanía.
De nuevo te has fugado,
me escondes esa llama que me incendia.
Asustada
avecilla, tiemblo
si distancias tu pulso de mi piel.
Has marchado de mí, enmudeciendo,
¿acaso te entristece mi traición?
Te busco y no te encuentro.
El corazón se me desboca,
hoy teme que esta fuga no sea breve ausencia.
si distancias tu pulso de mi piel.
Has marchado de mí, enmudeciendo,
¿acaso te entristece mi traición?
Te busco y no te encuentro.
El corazón se me desboca,
hoy teme que esta fuga no sea breve ausencia.
Los colores
del día me iluminan el iris,
apiadados del miedo que mi hálito ennegrece,
en este instante engaño al sentimiento,
contemplando el mundo y su hermosura.
apiadados del miedo que mi hálito ennegrece,
en este instante engaño al sentimiento,
contemplando el mundo y su hermosura.