Lectores

El Clave bien temperado

Parte 7. El arte de la fuga. 19


¿Respuesta o pregunta?
—El Arte de la fuga—

El universo trenza su danza en respuesta a nuestro baile.
¿O respondimos con nuestra mazurca enamorada
a la zarabanda del cosmos donde respiran las galaxias?
¿O todo el universo, sumergidos nosotros en su regazo,
forma parte de la misma partitura?
¿O somos parte de respuesta de esa giga sin final? …
… La danza universal, que es nuestra danza,
no tiene como fundamento el ritmo,
ni en la armonía su virtud descansa.
Su cimiento es la melodía densa,
como un río lechoso y maternal.
Pues lo que importa es su sustancia firme:
nuestro baile avanza hacia la esencia misma del baile divino
que causa el resto de los bailes siderales,
del resto de los bailes celulares,
del resto de los bailes personales.

ORLA

“Su espíritu estaba tan embebido, acaparado por su arte que, a veces yo tenía la sensación de que no nos veía, ni nos oía, como si no existiéramos, aunque nunca dejaba de tratarnos con bondad. Pasaba unos momentos horribles cuando le veía sentado en su sillón, rodeado por mí y por nuestros hijos, entregados a nuestras ocupaciones y sin embargo, presentía que estaba solo por encima de nosotros; junto a nosotros y, no obstante, solo, como abandonado. (…). Los grandes son siempre solitarios, por eso son grandes y están emparentados con el Altísimo.”

(“La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach”).